Chevrolet Camaro hasta hoy (4ª Generación 1993-2002)

Chevrolet hubo de adaptar el Camaro a los nuevos tiempos para sobrevivir. Su cuarta generación llega en 1993 y con ella un estilo más deportivo y moderno. La configuración seguía fiel a sus principios de un cupe de dos puertas y 2+2 plazas, e incluso heredaba la plataforma F-Body creada expresamente para la primera generación del Camaro en 1967 y que sigue compartiendo con el Pontiac Firebird.
Nueva saga, nuevo rumbo
Sin embargo poco tiene que ver con el “pony-car” de sus orígenes, dejándose seducir por las líneas aerodinámicas en cuña de los deportivos del momento. Termina definitivamente de perder su sitio cuando en el 94 Ford recupera para su rival el Mustang, ese pedigrí de “muscle car” perdido en el Camaro con el paso de sus generaciones.
La producción se trasladó a Sainte-Thérèse, Quebec (Canadá) para fabricar esta cuarta generación, poniendo hincapié en la reducción de costes. A la postre derivó en su desaparición, pero la buena relación calidad/precio lo mantuvo vivo por otra década. El nuevo Camaro era un coupe de prestaciones respetables, 10 mil dólares por debajo en precio de mercado a su mayor contrincante, el Mustang.
En el año del debut de esta generación solamente se ofrecía la carrocería coupe y con dos motorizaciones diferentes. El modelo base contaba con un motor V6 de 3.4 litros que rendía 160 CV de potencia máxima, mientras el bloque del modelo Z28, abanderado de las prestaciones de esta célebre saga, era un V8 de 5.7 litros. Éste se catalogó con 275CV, pero el LT1 V8 de 350pc llevaba un año empleándose en la cuarta generación del Corvette, en el que desarrollaba 305CV.
La transmisión era automática de 4 velocidades, pudiéndose elegir una manual de 6 relaciones para el Z28.
Se empleo masivamente el plástico con el doble propósito de reducir al máximo el peso y los costes de fabricación, al punto de que las calidades y el acabado son el principal punto débil que sus usuarios le achacan.
El Camaro actuó de Coche de Paso en las 500 millas de Indianápolis de ese año, dando pie a un paquete estético opcional que reproducía la apariencia de éste, del que se complacieron 633 pedidos.
Es el primer y último año en el que dispone de un control electrónico de flujo de aire basado en el sistema “Speed Density” dependiente de las revoluciones del motor y de mapas adicionales.
Algunas de las principales diferencias en 1994 respecto al modelo del año anterior incumben precisamente a la electrónica. Por un lado cambiará a un sistema de “Mass Air Flow” empleando un chip integrado reprogramable. Por otro, se integra también en la centralita el control de la transmisión, no como ocurría hasta entonces.
Contrastada además su excelente relación prestaciones/precio (El Z28 aceleraba de 0 a 100km/h en 5.7 segundos), se convierte en una interesante plataforma para los adeptos al desbordante fenómeno del tuning.
Pero la aportación más interesante resulta el lanzamiento del modelo convertible. Con él, Chevrolet parece querer dar un empujón al Camaro, tras el tímido lanzamiento del 93 en lo referente a la variedad de opciones comerciales.
Regresa el resto de la familia
En 1995 se incorpora una nueva opción de motorización para el coupe, con lo que la familia comienza a crecer en número. Será el “3800”, un motor V6 de 3.8 litros que ofrecía una potencia de 200CV, descatalogando al V6 de 3.4 litros al año siguiente. El buen rendimiento del “3800” lo mantendrá vivo hasta el final de la cuarta generación, en la que por otra parte ya no se producirá un despliegue de motorizaciones como en las sagas precedentes.
Para el Z28 llegaba la opción del control de tracción.
Ya en 1996 volvían a editarse viejas glorias del libreto del Camaro. La opción RS incluía un paquete aerodinámico de efecto suelo que enfatizaba su carácter deportivo. El Z28 se vendía en dos versiones, la básica con el motor LT1 que ahora llegaba a los 285 CV, y el paquete SS que hacía llegar la potencia neta del V8 a los 305 CV, gracias a nuevos escapes y mejoras en el sistema de inducción de aire que llevó a cabo SLP Engineering.
En 1997 Chevrolet se centro en celebrar el trigésimo aniversario del Camaro. Para el Z28 se ofrecía un paquete con terminación que emulaba a la del que ejerció de “Pace Car” en las 500 millas de Indianápolis en 1969. Pintura en blanco con franjas naranja.
SLP contribuyó al evento produciendo, sobre la base del Z28, una versión especial limitada de 108 unidades. Esta serie montaba el motor LT4 de 330 CV del Corvette Grand Sport, que estaba dotado de inyección directa de combustible. Se complementaba con una transmisión manual de 6 velocidades y SLP además incorporó frenos de disco en las cuatro ruedas. Respecto del exterior los cambios fueron mínimos, a excepción de las luces traseras en tres colores que se mantendrán los en siguientes años.
Últimos coletazos
El primer y único restyling serio llegó en 1998 afectando principalmente al frontal del Camaro, pero sin embargo la evolución más significativa se encuentra oculta debajo del capó. El motor V8 LS1 de aluminio sustituye al LT1, ofreciendo ahora 305 y 320 CV respectivamente en las versiones base y SS del Z28. De esta forma el Camaro se beneficia de las incorporaciones testadas con éxito en el Corvette, de cuya quinta generación procedía el nuevo bloque de aluminio LS1.
Sin embargo los escasos desarrollos ex profeso para el Camaro lo condenaban a la extinción por inanición.
En el siguiente modelo, estos avances se restringen al ámbito de la electrónica para aprovechar la capacidad de control de algunos nuevos parámetros de utilidad. De estas aplicaciones derivan los nuevos sistemas de monitorización de cambio de aceite o de control del acelerador.
Los mínimos cambios cosméticos del año 2000 dan paso al año siguiente a la incorporación de diferentes componentes del Corvette Z06. Tales son el colector de admisión del motor LS6 u otros elementos del embrague, repercutiendo en el aumento de la potencia del Z28 hasta los 315 y 325 CV en cada configuración.
El modelo del 2001 se interrumpe antes de completar su ciclo, para ceder el protagonismo al que será el último “modelyear” de la cuarta generación del Camaro.
Su despedida estaba cantada por el escaso tirón de ventas de los últimos años, acentuado por la ausencia de estímulos por parte de la compañía.
Por tanto poco cambia en el modelo del 2002, excepción del paquete estético opcional para el Z28 SS representativo de los 35 años que cumplía el Camaro. Queríendo recordar así que se retiraba tras una gloriosa trayectoria.
El modelo conmemorativo del 35 aniversario del primer Camaro, se convierte también así en el de despedida. Al menos en unos años, pues tras un merecido descanso renacerá con energías y espíritu renovado, regresando al carácter rudo de los míticos muscle cars entre los que creció. https://cochesclasicosdehoy.com/2013/07/12/chevrolet-camaro-hasta-hoy-4a-generacion-1993-2002/
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