Chevrolet Camaro Hasta Hoy (2ª Generación 1970 – 1981)
1971 y 1976 Camaros
2ª Generación 1970 – 1981
La renovación del Camaro traía consigo
un cambio de imagen radical, aunque sobre la misma plataforma F-Body de
GM que seguía compartiendo con su hermano el Pontiac Firebird, más
hermanos si cabe durante esta etapa. La nueva generación de ambos
apostaba por unas líneas y dimensiones más deportivas.
1970 Camaro
Respecto al Chevrolet, éste era más
ancho que su antecesor, más bajo y 5 cm más largo, con una parte trasera
que caía más progresivamente, y de la que suprimieron las ventanillas
traseras. En su lanzamiento en 1970 se ofrecía la versión Coupé,
trasladándose la gama de motorizaciones disponibles en 1969
prácticamente sin cambios, pero en número más reducido ya que de entrada
desaparecieron las opciones COPO. El Z/28 fue una excepción al
sustituirse el small-block de 302 pulgadas cúbicas (pc) por un nuevo V8
350pc (5.7 litros) LT-1 con 540Nm de torque que declaraba 360 CV
oficiales al que se podía acoplar una caja de cambios automática
Hydramatic 400 de tres velocidades. A su vez el big-block 396 (L78) pasó
a desplazar 402 pc, si bien esta modificación no hizo desaparecer el
emblema 396 de este modelo debido al prestigio obtenido por este motor.
Mantuvieron también los tres paquetes especiales Z/28, Super Sport (SS) y
Rally Sport (RS), este último con una parrilla distintiva.
1970 Camaro Z/28 RS
Chevrolet produjo 124.900 unidades, un
guarismo significativo teniendo en cuenta que salió de los
concesionarios hacia la mitad del año. Pero esta segunda generación
dividió las opiniones a su respecto, decepcionando a parte de los
incondicionales del diseño original, aunque enamorándolos también a
partes iguales con su diseño juvenil y fresco.
Camaro 454
El mayor motor que montó un Camaro de
producción en 1970 fue el perforado 396 pc que pasaba a desplazar 402
pc, pero Chevrolet realizó un intento de montar la serie de motores LS
que había debutado con el Cheville y el Corvette. El motor V8 de 454pc
(7.4 litros) de 430CV se ofreció en un comienzo dentro de la publicidad
del modelo, pero nunca llegó a haber una orden COPO como las que
permitiesen en 1969 obtener un Camaro de producción con un bloque grande
de 427 pc. En la factoría tomaron un Camaro 6 cilindros de la línea de
montaje e implantaron un 454pc LS6 como simple experimento. No contaba
con números de producción concordantes y por tanto no se puede hablar de
él como un verdadero Camaro. Aunque su paso posterior por las drastrips
de la mano de Smokey Yunick, animó a otros preparadores como Berger
Chevrolet para llevar a cabo sus propios experimentos, convirtiéndolo en
algo parecido a una serie limitada, aunque sin ninguna oficialidad.
1970 Camaro 454 Smokey Yunick
Berger había sido otro distribuidor
relacionado con las carreras de aceleración, del que se cree que recibió
45 Camaros COPO 9561 en 1969. Su experimento con el Camaro del 70
partía del SS 396 a diferencia del que usara Smokey Yunick.
Adicionalmente existió otro motor 454
pc LS7, éste con un bloque de aluminio que rendía 405 CV. Tampoco llegó
nunca a ser alojado en un vehículo vendido al público y se destinó
exclusivamente a la competición.
El declive de los Muscle Cars
Los mucle cars debían su popularidad a
ser versiones muy potentes de precio razonable, con motores de 5, 6 o
incluso 7 litros, sin parangón a la hora de quemar gasolina. Y debieron
su éxito a la coyuntura socioeconómica del momento en la que tenía mucho
que ver que el precio del litro de combustible se situase en torno a
los 2 centavos. Primero el endurecimiento de las normas anti-emisiones y
después la primera de las crisis del petróleo se encargarán de cambiar
radicalmente estas circunstancias.
En 1971, General Motors, responsable de
la fabricación de gran parte de estos monstruos, obliga a sus divisiones
a reducir la compresión de los motores para que éstos funcionasen con
gasolina sin plomo. Tuvo como efecto inmediato la mengua de potencias en
los motores, que en el caso del Z/28 supuso pasar de 360 a 330CV y en
el caso del SS 350, de 350 a 300CV.
1971 Camaro Z/28
El Camaro perdía paulatinamente
prestaciones y con ello su principal atractivo en ventas, desplomándose
la producción a los 68.651 vehículos, la mitad que el año anterior. Si
bien tuvo enorme influencia en ello la huelga de la UAW que paralizaría
la producción durante 174 días en 1972, obligando además a desguazar
1.100 Camaros que para cuando cesó la huelga ya no cumplían con la nueva
normativa de seguridad estatal sobre paragolpes. Estos acontecimientos
apunto están de descontinuar al Camaro, al plantearse Chevrolet
seriamente terminar con su producción. No será así, pero a cambio debe
olvidarse de su etapa de muscle car para adaptarse a los nuevos tiempos.
En compensación se trató de poner el énfasis en el confort, a través
del equipamiento.
1972 Camaro Z/28
La legislación en materia de regulación
de emisión de gases termina por obligar a una reducción inmediata del
volumen y potencia de los automóviles, sustento vital para una especie
muy particular a la que la evolución dotó de enormes motores V8 para
desenvolverse en un hábitat en el que el carburante manaba de las
fuentes.
Los tiempos del litro de gasolina a 2
centavos no regresarían, apareciendo en el vocabulario de los ingenieros
de todo el mundo la palabra “eficiencia”.
Nuevas normas estipulaban que las
potencias se midiesen en términos netos después del ensamblado y no como
hasta ahora cuando la potencia nominal expresaba el rendimiento bruto
del motor. De modo que las notaciones oficiales experimentaron otro gran
retroceso, que se acentuó con restricciones federales adicionales. En
consecuencia el Z/28 pasa a tener 245CV y desaparece el motor 396 (ahora
402 pc) que montaba el modelo Super Sport, decidiendo al mismo tiempo
la desaparición del propio paquete SS en sí mismo.
Primera crisis del petróleo
El 23 de agosto de 1973 traerá además la
primera crisis del petróleo. En esa fecha la Organización de Países
Árabes Exportadores de Petróleo deciden cesar las exportaciones de crudo
a los países que habían apoyado a Israel en la guerra de Yom Kippur,
entre ellos a EEUU. La consecuencia inmediata es un encarecimiento
repentino y drástico del precio del combustible. A pesar de ello, se
mantiene la producción en los 96.751 Camaros, quizás por el énfasis
puesto en las equitaciones de este año, que incluían tapicerías
especiales, molduras, aire acondicionado y otros complementos que
suplían la merma de prestaciones.
Sin embargo el Z/28 pierde el motor LT-1 para disponer del L-82 con 245CV netos.
1973 Camaro SS/RS
Para 1974 Chevrolet rediseña el frontal
adaptándolo a los nuevos estándares, prescindiendo de un diseño propio
para el paquete RS como en años anteriores. A pesar de la larga lista de
pequeños reveses que sufre el Camaro, las ventas se reactivan
alcanzando la cifra de 151.008 unidades producidas este año y lo más
sorprendente, 145,970 en 1975.
1974 Camaro
En plena crisis el gobierno acentúa las
medidas destinadas a reducir la dependencia de combustible fósil con el
exterior, incrementando la presión sobre los fabricantes a favor de un
consumo más mesurado. En 1975 aparecen los catalizadores, terminando con
parte de la herencia del Camaro, el Z/28, que deja de tener sentido en
las magnitudes de rendimiento que ahora se manejan. De esta forma, el
motor V8 de 5.7 litros (350pc) pasó de 350CV a una potencia nominal de
145-155CV (en sus respectivas versiones) como tope de la gama.
1975 Camaro
A pesar de las duras restricciones que
obligaron a reinventar el Camaro, los sorprendentes resultados de ventas
fueron en aumento. Olvidamos que estas circunstancias globales
afectaron a todos los fabricantes por igual, pero por el contrario no
todos supieron adaptarse por igual a la nueva realidad. Al archienemigo
del Camaro tampoco le iban mucho mejor las cosas, aunque en el peor
momento de éste, el Mustang se mantenía en unas respetables 130.000
unidades vendidas. Hablamos de los últimos años de su primera
generación, sustituida en 1974 por el Mustang II que no llegó al público
de la misma forma que su antecesor.
En 1976 el motor básico del Camaro era
el 6 cilindros en línea 250 pc, añadiendo una opción V8 small-block de
305 pc (LG-3) y 140 CV. Pasado lo peor de la crisis, se atisba un nuevo
alza en el rendimiento del Camaro, potenciando el 350pc V8 de cuádruple
carburador hasta los 165CV.
1976 Camaro 350 V8 165CV
Sin contar con apenas novedades, el
modelo de este año consiguió equipararse en ventas al Mustang; 187.567
de este último, por 182.959 del Camaro.
Retorno del Z/28
El Z/28 volvió en el 77 para asegurar
esta tendencia en ventas. Esta vez, en lugar de presentarse como la
opción de un paquete especial, se ofrecía como modelo independiente. Con
un motor de alta gama de 350pc y 185CV, lograba tiempos en el cuarto de
milla a la altura de los supervitaminados Camaro de los 60, lo que
hacía sospechar en la repetición de un viejo truco empleado en el pasado
por los fabricantes de muscle cars para engañar a las aseguradoras. La
nueva palabra, eficiencia, estaba dando algunos frutos. Pero su rasgo
más distintivo era el estético y se destacaba de sus coetáneos por un
aspecto más deportivo, justificado por una nueva suspensión ad hoc.
La táctica de Chevrolet resultó, produciéndose por primera vez ese año
más unidades del Cámaro que del Mustang. En concreto el balance
favorable es de 218.853 por 153.173 de uno y otro.
1977 Camaro Z/28 IROC
Al año siguiente, la distancia aumenta
entre ambos construyéndose 272.631 Camaros, 80 mil más que del Mustang.
Las novedades del modelo de este año afectan principalmente a un
restyling del frontal para conseguir que cumpliera con los estándares en
seguridad para 1978, aprovechado par cambiar otros aspectos de diseño
como las luces traseras. Pero la revolución llega con el cerramiento
T-Top, que no hay que confundir con el Targa. El T-Top es un doble panel
desmontable en el techo del habitáculo mientras el Targa está formado
por una sóla pieza desmontable.
Este raro descapotable surgió de la
prohibición de los modelos descapotables por motivos de seguridad, hecho
por el que no se trasladó el modelo convertible desde la primera
generación. El T-Top fue un éxito tanto para el Camaro, como para su
hermano el Pontiac Firebird y el Corvette.
1978 Camaro RS T-Top
Segunda crisis del petroleo.
Cuando el precio del petróleo parecía
que se relajaría, llega El Viernes Negro en Teherán del 8 de Septiembre
de 1978, marcando el primer hito en la segunda crisis del petróleo, que
alcanzará su clímax durante 1980. A pesar de ello, 1979 será uno de los
mejores años en ventas para Camaro y Mustang.
1979 Camaro
La respuesta de Ford a la pérdida de
hegemonía no se hizo esperar, en 1979 aparece la tercera generación del
Mustang que definitivamente se aleja del concepto de pony car en el
propósito de buscar un estilo más europeo. El resultado estrenaba la
plataforma Fox Body de Ford para terminar fabricando algo que se asemeja
más a un utilitario. Técnicamente ya no compiten por el mismo mercado y
el boom por el nuevo Mustang apenas influye en las ventas del Camaro
que incluso suben ligeramente hasta las 282.571.
Este mismo año aparecía la versión Berlinetta para ser el modelo de distinción y lujo de la gama.
1979 Camaro Berlinetta Coupé
Lejos de calmarse la crisis, el
conflicto Irán-Irak la acrecenta y para 1980 se endurecen nuevamente las
legislaciones sobre emisiones contaminantes. El Camaro de ese año
adopta un control electrónico de emisiones, reduciendo aún más el tamaño
de los motores en aras de moderar el consumo. Sustituyen el motor de
seis cilindros en línea y 250pc (4.1 L) por el más reducido V6 de 231 pc
(3.8L).
1980 Camaro
El precio del combustible llegó durante
este año a los niveles del 2008, con la diferencia que el precio del
dinero no era el mismo hace ya más de 30 años. En este contexto la
producción disminuyó hasta las 152.000 unidades en 1980 y aun más en el
81 al caer hasta las 126.000. En su último año, la segunda generación
estaba disponible en sus versiones coupé, berlinetta y Z/28.
1981 Camaro Z/28 T-Top
Con esta perspectiva Chevrolet decide renovarlo para 1982 dando lugar a la tercera generación del Camaro.
1981 Camaro Yenko Turbo Z
Casi como si fuera una despedida de la segunda generación, tuvo
aparición un conocido del Camaro, Don Yenko. Yenko dejó de vender autos
modificados para publicitar un católogo de productor propios de
high-performance. En 1981 Yenko modificó el motor 350 del Camaro para
incrustarle un turbocompresor. El auto resultante se llamó Yenko Turbo Z
Camaro del que se cree que se fabricaron 19.
1981 Yenko Turbo Z Camaro
Chevrolet puso a disposición de Don Yenko la orden COPO oportuna para
posibilitarlo, de modo que este sí es un modelo Chevrolet oficial.https://cochesclasicosdehoy.com/2013/05/03/chevrolet-camaro-hasta-hoy-2a-generacion-1970-1981/
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